En verdad hay "droga" en mi mortadela?? (reflexión desde
los usuarios de cannabis)
Comienza el debate de la
despenalización o legalización de las drogas para uso privado y parece que
todos manejaran el lenguaje necesario.
Pero no saben que el lenguaje
viene mal parado con este tema y no es casual cuando se inventan irrealidades.
Estas papitas fritas tan
famosas que no pueden dejar de comer solo una, tienen una "droga" llamada
Ajinomoto o GMS (Glutamato MonoSodico). La llevo EEUU a sus corporaciones
alimenticias después de la segunda guerra desde Japon.
Parece que es muy difícil ponerse
de acuerdo para la definición de "droga".
Para hacerla fácil vamos a
ponernos de acuerdo en 2 cosas:
Si decimos que "Droga" es toda sustancia que logra
pasar la membrana cerebral y llegar al cerebro y a la vez esta sustancia cambia
la conducta de una persona.
El Ajinomoto es una "droga" que
aprovecharon algunas industrias alimenticias líderes para aumentar el placer de
comer sus productos y como consecuencia el consumidor los siguiera eligiendo y
no eligiera la competencia.
Curiosamente el Ajinomoto no
es considerado “droga” a pesar de pasar la membrana cerebral y cambiar la
conducta del consumidor que elige esta marca y no la que no utiliza Ajinomoto.
Como es posible esta
maravilla del vocabulario? Pues se resuelve de este modo, el Ajinomoto se vende
como "fidelizador de clientes", es decir hace que tus clientes te sigan eligiendo
(un evidente cambio en la conducta de las personas).
Ahora entendemos porque hay
problemas para ponerse de acuerdo en la definición. Con la definición no
alcanza para separar las que se quiere penalizar y las que no y hace falta una “decisión
a dedo” para armar la tabla. Entonces cuando la finalidad es comercial se le
cambia el nombre a un vocablo técnico de marketing y no se la prohíbe, “fidelización
de clientes”.
El ajinomoto se utiliza también
en caldos de marca, mostazas de marca, mayonesa de marca, mortadela famosa, pernil
(jamon cocido) de marca y a estas alturas quien sabe en cuantos mas (todos
salados).
Pero resulta que la leche
trae naturalmente una "droga" que es un derivado opiáceo que fideliza en las
personas el gusto de consumir lácteos. El trigo trae naturalmente algo similar y
por lo tanto todas las panificaciones lo tienen. El potencial del derivado opiáceo
es superior en gastronomía porque se puede utilizar mezclado con salado o con
dulce (crema de champignones y selva negra).
En este caso podríamos decir
que no hay ventaja entre los distintos fabricantes de lácteos y entre
fabricantes de panificados pero la realidad es que es una deslealtad comercial
donde la mayoría de los consumidores prefieren productos con opiáceos a
productos “sanos” como frutas, verduras, semillas, etc. Esto es uno de los orígenes
de la epidemia de obesidad (nunca mencionado por profesionales de la salud).
Cuando un gordito dice no puedo dejarlo es real, pasa que generalmente la gordura muestra a un adicto a estas "drogas".
Hay mucho mas para contar
pero no la vamos a complicar (azúcar refinado, amoníaco en cigarrillos, etc).
La solución no es el
prohibicionismo que prohíbe lo que le conviene porque si hablamos de prohibir,
el dinero hace que alguna gente mate, contamine y otras … pero no por eso se prohíbe
el dinero.
La solución es aprender a
utilizar las “drogas”, esta alternativa se lo denomina “reduccion de daños” y se
logra con información, formación y entendernos como responsables de nuestras
decisiones.
Por supuesto que el narcotráfico
se debe combatir.
Por eso, cultivemos nuestros
derechos.
Raúl